Un concepto transcendental propuesto para las naciones
desarrolladas es la alfabetización científica. Esta consiste en una modalidad
de trabajo implantada para dotar de conocimiento científico a cada individuo
dentro de una sociedad que necesita soluciones a sus amenazas. Su nombre hace
referencia a la importancia de la alfabetización a finales del siglo XX (Vargas
Barrantes, 2012).
A nivel internacional la educación científica se ha
divulgado por medio de convenciones, con el fin de que todos los países entiendan
la importancia de contar con una alfabetización científica global (Blanco
López.2004).
Gil Pérez (2001) muestra en su publicación como la más
recientemente, Conferencia Mundial sobre la Ciencia para el siglo XXI, auspiciada
por la UNESCO y el Consejo Internacional para la Ciencia, se declaraba: “Para
que un país esté en condiciones de atender a las necesidades fundamentales de
su población, la enseñanza de las ciencias y la tecnología es un imperativo
estratégico. Como parte de esa educación científica y tecnológica, los
estudiantes deberían aprender a resolver problemas concretos y a atender a las
necesidades de la sociedad, utilizando sus competencias y conocimientos
científicos y tecnológicos”. Y se añade: “Hoy más que nunca es necesario
fomentar y difundir la alfabetización científica en todas las
Una sociedad educada científicamente es capaz de entender
las amenazas en su entorno y puede resolver de una manera activa tomando
decisiones que influyen en su bienestar y futuro. Esto la convierte en una
sociedad competitiva y eficiente.
El reconocimiento de
esta creciente importancia concedida a la educación científica exige el estudio
detenido de cómo lograr dicho objetivo y, muy en particular, de cuáles son los
obstáculos que se oponen a su consecución. En efecto, la investigación en didáctica
de las ciencias ha mostrado reiteradamente el grave fracaso escolar que generan
las materias científicas, así como la falta de interés e incluso el rechazo de
los estudios científicos por muchos estudiantes (Gil Pérez.2001).
Figura 1. Relación ciencia, tecnología y sociedad. Extraída de http://magaliseleneruiz.blogspot.com/2010/08/introduccion.html
A pesar de los
intentos de muchos países por incrementar su nivel de alfabetización científica,
siguen saliendo a relucir las deficiencias y los obstáculos a superar. Un ejemplo de ellos es la
calidad de los docentes que enseñan ciencias, el enfoque de enseñanza que se
tome y la adecuación del currículo a
estos temas científicos para mitigar las deficiencias que presenta la sociedad (Gil
Pérez.2001).Conociendo esta información, se sabe que la alfabetización
científica global no es tarea fácil pero tampoco imposible, solamente requiere
de mucho trabajo y empeño.

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